Es fundamental para un desarrollo saludable de la niñez, pero ¿realmente sabés cuáles son los beneficios de jugar con nuestras hijas e hijos?
Entonces no dejes de leer, porque hoy te contamos algunos de los más importantes y algunas opciones de ideas para jugar con tus hijos.
Lo divertido de jugar y la importancia de jugar con tus hijos
Estas son algunas de las razones por las que jugar con tus hijos es tan importante:
Les ayuda a desarrollar sus habilidades
Jugar con nuestras hijas e hijos es una excelente forma de ayudarles a desarrollar habilidades sociales y autocontrol. No es un mito: la mente de los niños es como una pequeña esponja. Absorben todo lo que les rodea.
Y a medida que interactúan con sus padres y otras personas, aprenden cómo se comportan las personas en entornos sociales. También aprenden lo que es aceptable siguiendo sus indicaciones.
Además, las diferentes investigaciones científicas que se han hecho sobre este tema, han relacionado el juego físico y de simulación entre padres, madres e hijos, con el desarrollo de un montón de habilidades muy importantes para desarrollarse como seres humanos, tales como:
Creatividad
Memoria de trabajo
Habilidades motoras
Flexibilidad cognitiva,
Regulación de las emociones
Habilidades de liderazgo de grupos de pares.
Además, mientras que los niños desarrollan muchas de estas habilidades jugando con sus hermanos, los padres ofrecen al niño formas de juego más maduras y variadas.
Debido a que los adultos saben más sobre el mundo, jugar con los adultos amplía la imaginación de los niños de una manera especial, que no ocurre con otros niños, incluso con los hermanos mayores.
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Les ayuda a construir relaciones más sólidas y saludables
Jugar con nuestros niños también es una de las herramientas más efectivas para construir relaciones sólidas con nuestros hijos. El juego trae alegría y diversión, vitalidad y resiliencia a las relaciones.
A través del juego, nuestros hijos aprenden a sanar resentimientos y desacuerdos. Además, también aprenden a confiar en los demás y a sentirse más seguros con otras personas y con ellos mismos.
Al hacer un esfuerzo consciente para incorporar la diversión y el juego en tus interacciones diarias con tus hijos, podés mejorar la calidad de sus relaciones y ayudarle a conectarse a un nivel más profundo con otras personas, en un espacio de alegría y complicidad.
En relación con la psicología, el juego y la risa desempeñan un papel esencial en la construcción de relaciones sólidas y saludables entre madres, padres e hijos al acercarlos, crear un vínculo positivo y resolver conflictos.
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Divertirse y jugar también es importante para la salud de mamá y papá
Los beneficios de jugar con nuestros hijos también se extienden a nosotras como madres y como padres. Así que al hacerte el tiempo necesario para jugar con los peques, no solo le estarás haciendo un enorme bien a ellos, sino también a vos.
De hecho, hasta tiene su explicación científica: la hormona oxitocina, también referida como la “hormona del amor”, desempeña un papel crucial en el vínculo entre padres, madres e hijos, y se libera cada vez que las madres y los padres participan en juegos afectivos con sus hijos, cualquiera sea la edad.
Por lo tanto, la próxima vez que sientas demasiado cansancio o agotamiento para jugar con tus hijos, podés reformular la situación y vivir la mágica experiencia de sacar tu niño interior.
Imaginalo como una sesión de masajes o relajación, porque a nivel químico, esta hormona provocará un gran bienestar en tu cuerpo, tu mente y tu corazón .
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Ideas para jugar con tus hijos
Ahora que ya conocés la importancia de jugar con tus hijos, es momento de pensar con qué tipo de juego nos vamos a divertir.
Elegir el juego adecuado puede potenciar las habilidades cognitivas, físicas y emocionales de tu hijo, por eso te dejamos algunas ideas interesantes:
Simón dice
Un clásico, para los más pequeños, que nunca pasa de moda por dos simples razones: es muy divertido y es genial para que los niños aprendan a seguir reglas, adquirir vocabulario y relacionarse con el mundo exterior.
Además, se puede jugar con uno o muchos niños y es muy fácil, el adulto es Simón, y da órdenes que los niños siguen. Por ejemplo: “Simón dice: tóquense los dedos de los pies” o “Simón dice: tienen que saltar”. Y los niños deben seguir esa orden.
Simón es quien dirige entonces la acción. Al cambiar los roles, los niños también aprenden a expresarse, dar órdenes y adquirir habilidades para el liderazgo.
Saltar la cuerda
Una opción para niños un poco más grandes, pero sumamente importante para su desarrollo físico. Aunque no mucha gente lo sabe, saltar la cuerda es uno de los mejores ejercicios físicos que existen.
Saltar la cuerda ayuda a los niños a crecer, desarrollar sus músculos y su organismo, y a desarrollar hábitos saludables, conectándose con la actividad física a través del juego y la diversión.
Y además de todos estos excelentes beneficios para la salud de nuestros hijos, también hay algo más de valor para nosotras: muchas veces parece que los niños nunca se cansan, pero cada salto requiere un esfuerzo físico, que gasta mucha energía y baja los decibeles.
Por tal motivo, los niños potencian su resistencia física, su flexibilidad y agilidad, sino que al mismo tiempo terminan con ganas de un merecido descanso.
Frío y caliente
Otro clásico, tanto para los más chicos como para los ya no tanto. También es bien sencillo, solo hay que esconder el juguete favorito de tu hijo o algún objeto aleatorio para que lo busquen.
El resto ya lo sabés: cuando están cerca del objeto escondido, les decís “caliente” y, cuando no, les decís “frío”. Este juego para niños, por más simple y básico que parezca, es una excelente herramienta para el desarrollo cognitivo del niño.
Si el peque no encuentra el objeto y ves que se empieza a frustrar, podés, por ejemplo, sostener su mano mientras mira a su alrededor y ayudarlo a aprender a regular sus emociones.
Este genial juego agudizará las habilidades emocionales de su hijo: aprenderá paciencia, perseverancia y la idea de que solo porque no puede ver algo, no significa que no esté allí.
Ahora que ya sabés, ¡no te olvides de lo importante y divertido de jugar! ¡Este Día del Niño y todos los días, no dejes de alimentar el amor, la alegría y la magia de la niñez!