Vuelta a clases: un nuevo desafío
Esta vuelta a clases, ¡VOS y BAS son un equipo! Por eso en esta ocasión les queremos compartir esta nota de María Paz Paullier, estudiante de Psicología, sobre el desafío que involucra la vuelta a clases tanto para los padres como para los chicos. ¿Nuestra recomendación? Tratar de disfrutar de las cosas simples y compartir con los más chicos momentos únicos!
"Enfrentar el regreso a clases significa un desafío tanto para padres como para hijos. No es tan solo eso sino la vuelta a la rutina, los horarios y las responsabilidades que esto conlleva: levantarse temprano, las idas y vueltas, pensar el almuerzo del día siguiente… Pero tranquilos, es cuestión de tiempo.
Para los padres primerizos que se enfrentan a la inmensa tarea de educar a sus hijos, el paso de llevar al niño al jardín sin duda que genera un poco de nervios. Todo lo nuevo, todo cambio, genera temor en un primer momento. Aun así, nuestra mente tiende a engañarnos, preocupándonos de más por cuestiones que terminan siendo más llevaderas de lo que creíamos.
¿Qué les puedo recomendar? Primero, que tengan en cuenta que todos los sentimientos de los padres, son percibidos por los niños. Es por esto que es de especial importancia que traten de disimular sus nervios e inseguridades y confíen en la institución, para no generar en el pre-escolar aún más temor del que quizá ya tenga. Los padres funcionan como un termómetro para sus hijos. Por otro lado, resulta muy útil conversar con el niño acerca del lugar al cual va a ir y, de tal modo, familiarizarlo, quitándole el miedo a lo desconocido. Asimismo, entusiasmarlo en cuanto a la idea. Puede ser conveniente llevarlo a comprar sus útiles escolares o, en el mejor de los casos, a conocer la institución. Por último, atenerse a lo que pueda suceder al dejarlo en su primer día. Es de esperarse un lloriqueo o una pataleta, por ende, es conveniente que los padres vayan preparados para toda situación. Es clave procurar no alarmarse, transmitir paz y confianza al niño, y no alargar demasiado la despedida.
En lo que respecta a los padres de niños escolares, la situación puede ser muy diferente. El niño ya atravesó el jardín y tiene más incorporada la idea de rutina, tratar con maestras y pasar horas fuera de casa. Aun así, la idea de la vuelta a clases puede ser más entusiasmante para unos que para otros. Como dice BAS, hay niños a los que se les hace más sencillo “disfrutar de lo simple”. Estos, añoran la vuelta al colegio simplemente por el reencuentro con amigos, los juegos en equipo durante el recreo… y se les hace más sencillo la adaptación a la rutina. No obstante, a otros se les dificulta más, ya sea por ser más tímidos, más apegados a sus papás o porque el levantarse temprano y el cumplimiento de un horario estricto les resulta tedioso. ¿Que resulta conveniente como padres? Procurar que, durante el verano, puedan “disfrutar de lo simple” y descansar, pero sin perder el sentido de responsabilidad. Es bueno que formen parte de un club, asistan a clases deportivas o de algún hobby y, de tal modo, mantener cierta rutina. Esto permitirá que el cambio entre vacaciones y la vuelta a clases no sea tan brusco. A su vez, seguirlos educando en el valor de la disciplina durante el verano y ver que puede también estar vinculado al disfrute.
Por último, el regreso a clases de los más grandes, ya pre-adolescentes. Esta es una edad complicada pues el joven está atravesando una etapa de grandes cambios donde el estudio deja de ser una de sus mayores prioridades. Es aquí donde los padres han de estar especialmente atentos a sus necesidades, tratando de escucharlos y entablar una comunicación efectiva. Probablemente, la vuelta a la rutina les de pereza y quieran seguir disfrutando de las vacaciones. Es importante tratar de que cumplan con sus obligaciones, inculcándoles el valor de la responsabilidad pero, asimismo, tratar de hacer de ello algo agradable. Es esencial mostrarse abiertos al diálogo y procurar conocerlos un poquito más. Identificar sus fortalezas, aquello que les apasiona, y ofrecer su apoyo en todo lo que contribuya con ello, para que logren descubrir el placer en lo que les toca estudiar. Se trata de favorecer el amor por el aprendizaje. Escuchar sus preocupaciones y/o aspiraciones en cuanto al futuro profesional puede servir de oportunidad a los padres para entusiasmarlos a soñar en grande y alcanzar las metas que se propongan.
Pues sí, la vuelta a clases puede resultar un desafío pero no se alarmen. Se trata de ver la otra cara de la vuelta a la rutina, aquella que solo se deja ver una vez asentada. ¿Por qué no disfrutamos también de lo simple? Esperemos a nuestros hijos con la merienda pronta a la vuelta del colegio, un gran abrazo y con ansias de escuchar los cuentos de su día!.
María Paz Paullier, Estudiante de Psicología y Tallerista en "Jóvenes Fuertes"